10 septiembre 2007

Apaga y vámonos

Bueno, nunca puede decirse que se haya visto todo en esta vida, y mucho menos si hacemos referencia a ese desquiciado mundo que es la televisión, aunque creo que los límites y la posibilidad de sobrepasarlos están cada vez más cerca. Las distintas cadenas toman posiciones en el inicio de la temporada y tratan de camelarnos con iniciativas supuestamente atractivas, fichajes de estrellas mediáticas – con todo el relumbrón propio de deportistas de elite –, nuevos colaboradores y equipos y, por encima de todo, unos contenidos que se nos presentan como novedosos, ilusionantes, con posibilidades... Televisión de calidad, al fin y al cabo.

Y en realidad, lo que ocurre es que a la misma porquería, con un sospechoso hedor a fruta pasada, le dan una capa de barniz con brochazos gordos, la empapan de colonia barata y ¡Hala, a emitir! Lo importante es cubrir todos y cada uno de los huecos de la parrilla sin importar el cómo y mucho menos el por qué. Da igual que los informativos sean una mera plataforma de intereses económicos e ideológicos de empresas y empresarios gigantescos, dando importancia a noticias vacías y sucesos macabros; no importa que el setenta y tantos por ciento de la programación – series, películas, etc. – se haya comprado en el extranjero y que los productos nacionales, anunciados a bombo y platillo como paradigmas de la creatividad y el buen hacer patrio, hagan aguas por todas partes, rezumantes de mediocridad y estereotipos. El caso es que tenemos una televisión de calidad, vamos a ser testigos de una feroz competencia por el share y bla bla bla bla...

Y la mejor muestra de esto es que estos días se inicia la ¡novena! edición de Gran Hermano, la segunda de Supermodelo, que en Telecinco triunfa Escenas de Matrimonios – una podrida idea de José Luis Moreno, ese que creía que las noches de sábado no podían terminar bien si no se aderezaban con un desfile de jóvenes siliconadas en ropa interior – Vamos, lo que yo decía: televisión de Beluga, como el caviar. ¿Creen que no puede empeorar la cosa? ¡¡Qué poca fe tienen ustedes!!

Hoy mismo inicia la nueva temporada el late show de Cuatro: Noche Hache. Esta curiosa mezcolanza de información tratada con ligereza, humor y entrevistas pasó con éxito la prueba de fuego que imponen los índices de audiencia la temporada anterior y, este año, se propone dar un paso más. En plena carrera electoral de nuestros dirigentes por La Moncloa, a los guionistas del programa se les ha ocurrido la feliz idea de inscribir a la presentadora, colaboradores, espectadores y a todo el que se apunte, a un partido político de creación expresa. Así, como lo leen. Un programa de televisión que crea un partido político según lo establecido por nuestro ordenamiento jurídico, con sus actas de diputado y todo. Aunque había leído alguna noticia hacía unos días, no me he la había creído hasta ahora, cuando he comprobado atónito, una vez más, que en este país uno de los ejercicios favoritos de la concurrencia es mezclar churras con merinas.

Me parece muy triste que se haga un uso tal de las herramientas que la democracia – esa palabra con la que se llenan la boca muchos y por la que sangraron y murieron muchos más – otorga a la ciudadanía para dirigir sus destinos. Y que no me venga nadie ahora con milongas de libertad de expresión y asociación, que estamos hablando de cosas realmente serias. Frivolizar de tal modo con la política, haciéndola objeto de burlas, juegos mediáticos y acrobacias humorísticas me parece una falta de respeto hacia quienes entendemos de su importancia y su significación; y un peligro en la concepción misma de nuestras sociedades, por dar a entender que es algo tan poco relevante que puede dejarse en manos de cualquiera.

En tiempos de la Grecia clásica, era en la política y en su ejercicio activo y responsable donde residía la fortaleza de la identidad ciudadana de quien participaba en la Asamblea, representándose a sí mismo, es cierto, pero comprometido con los problemas de los demás, de la propia ciudad. No podía entenderse una vida ordenada y feliz sin un buen basamento político. Y hoy en día, aunque los políticos profesionales no hagan más que meter la pata y llenarse los bolsillos, dejamos en manos de cualquier mindundi el desarrollo de una de las profesiones más importantes que existen. Y para mayor escarnio, sujeto a los caprichos del mando a distancia. Así nos va. Charanga y pandereta para rato, es lo que nos queda.

8 comentarios:

Aitor Lourido dijo...

aisssss, amigo:

efectivamente, si había poca mierda en la corrala de la política, pues ahora echamos un poco más, no vaya a ser que baje el nivel.

es una pena lo de Noche Hache. Para mí había sido una de las revelaciones de las últimas temporadas. un programa de actualidad con dosis de humor hacía tiempo que no venía revestido de cierta calidad. Y Eva Hache como presentadora tampoco fue un desacierto.

Sin embargo, después de lo más difícil, que es hacer las cosas razonablemente bien, pierden la cabeza con esta frivolité que no sé muy bien adonde les va a llevar.

y encima, habrá 1.000 o 2.000 gilipollas que les voten. irresponsables mancilladores de la democracia... malditos sean!!

un abrazo.

Brithuss dijo...

Querido Aitor: Para demostrar que no tenemos en absoluto la razón con el asunto éste de la telebasura... al día siguiente del fallecimiento de uno de los mejores tenores de la Historia, Luciano Pavarotti, el ente público programó una de sus actuaciones televisadas más memorables, en el Madison Square Garden hace ya unos años... a un razonable horario de ¡¡¡LAS DOS DE LA MADRUGADA!!! Y, por supuesto, en TVE2. ¿Acaso no es su función difundir la alta cultura? ¡¡Toma del frasco, Carrasco!! No me digas que no es para llorar. Salud y buenos alimentos

L.B.

web master dijo...

Ahora, en vez de tener que elegir entre un patán y un inepto ante las urnas, tendremos que elegir entre presentadores, showmans o actrices porno, a lo Estados Juntitos de América con Chuache. Y es que el "tú también puedes" es peligroso y nos va a llevar a la ruina. Ya era horrible cuando afectaba a la música , al cine , a la literatura y a las artes en general pero en política... le quita la poca credibilidad que le quedaba. Visto lo visto creo que debemos formar un equipo de super héroes absurdos y crear un partido político llamado "Sus vais a cagar" o algo así (se admiten propuestas), si Eva puede... que dios nos coja confesados

web master dijo...

Por cierto. me gusta más el nuevo color de las paredes de tu castillo. beso

Brithuss dijo...

Querida Elvira: Lo lamentable, como comentaba Aitor, es que es casi seguro que habrá unos pocos que "sólo por la novedad" a lo mejor vota a favor de este simulacro. He aquí a lo que hemos llegado, después de expulsar del país a golpe de guerrilla a las tropas francesas e instaurar Las Cortes de Cádiz y la consabida Constitución. Alguno de mis amigos afirma que todos los votos no deberían valer lo mismo. Y creo que comienzo a estar deacuerdo.

PD: Por cierto, me alegra que te guste el nuevo aire. Había pensado en el gotelé y las cortinas con "chorreras" pero me parecía demasiado. Un beso de tornillo.

L.B.

Kaiser y Raistlin dijo...

Es que claro, en este escenario de libertinaje mal entendido en el que está sumida España, donde todo vale y a cualquier precio, sale esta payasa (no es un insulto, zapatero y gabilondo me libren) y se piensa que puede engañar a la audiencia de esta manera tan ruín. Eso de meterse con los políticos es sano, pero meterse en política sin tener ni puta idea es empobrecedor y ejemplos no sobran. En fin, otra mierda más que contribuirá a rebajar mi factura de la luz a final de mes; y es que en el fondo hacen un favor a la gente inteligente, como nosotros.

En un placer, como siempre.

Saludos, Lord.

EK, Mes II, Año 33

web master dijo...

¡¡¡¡Deja de pintar tus paredes!!!! jajaaja esto me recuerda a un cartel real que decía así: " Se pintan casas a domicilio" jjajaja, que tontería.

Brithuss dijo...

Vale, vale. Éste es el color definitivo. Es que no acabo de decidirme. Un abrazo

L.B.