08 noviembre 2005

Un, dos, tres.... y Cuatro (a zappear un rato)

¿Qué ocurre cuando en el marcado televisivo español se dan las condiciones legales – con unos pocos peros de por medio – y económicas como para poner en marcha un nuevo canal analógico? Varias cosas, la primera que los departamentos de publicidad y los ejecutivos del resto de cadenas, los encargados de lo que verdaderamente importa, quizás lo único que importa – el dinero, el vil metal – se ponen muy nerviosos por la temida cuota de mercado. La segunda es que los profesionales de la tele, tanto las caras conocidas como las que no se ven tanto, son presa de una curiosa mezcla de sensaciones: El nerviosismo y la excitación propias de la novedad, por el movimiento dentro del mundillo, el miedo por el puesto de trabajo que se ve en peligro o la ilusión de la oportunidad que se presenta. La tercera es que el público en sus casas, al menos durante las primeras semanas, devora todo lo que oferta el nuevo canal para ver por dónde van los tiros. Pues más o menos eso es lo que pasó el día 7 con Cuatro, el nuevo canal de televisión.
Pertenezco, obviamente al grupo de espectadores ansiosos que asistieron con curiosidad al estreno de Cuatro. Como las emisiones empezaron tarde y se trataba de darse a conocer, la tónica dominante fue la declaración de intenciones y poco más – aunque hubo invitados interesantes – por lo que me dediqué a repasar, mando a distancia en ristre, lo que hacían el resto de cadenas, esto es, la acogida del nuevo ente en el sistema.
TVE se mantuvo firme en su parrilla, sin variaciones a sabiendas de que el binomio “Mira quien baila” y “59 segundos” está funcionando bastante bien, y cuando algo funciona para qué cambiarlo. Veremos como reaccionan el resto de la semana, cuando la programación de Cuatro coincida con puntos débiles en parrilla. Antena 3 por su parte apostó por el informativo de calidad de toda la vida, con Joaquín Prats haciendo su papel. Para después, una película de nivel medio/alto – aquí caben todos los matices que se quieran poner – protagonizada por Tommy Lee Jones y Will Smith: Men in Black II. Dignos y sin mucho miedo, en principio. La productora El Terrat y Andreu Buenafuente van a tener que hacer un esfuerzo con su nuevo competidor directo y sus propuestas para el horario de late night.
Telecinco fue quien asumió más riesgos, adelantando los episodios de CSI una hora para dar cabida a Carolina Ferre y su “Plan C”, nuevo en emisión. Había algo en el programa que no me acababa de convencer, aunque no sé qué era exactamente. Quizás no he desubicado a Carolina del horario de tarde todavía. Aún hay que ver cómo se desenvuelve. Ganas seguro que no le van a faltar, ni a ella ni a su equipo.
Pero sin duda la protagonista fue Cuatro. Arrancó con una explicación, a cargo de un guiñol – ¿¿?? – de lo que íbamos a ver a continuación, por si alguien no se había enterado todavía. Cambio de logotipos y un speech de Iñaki Gabilondo, como cabeza más visible en una foto de familia, donde estaban todos los rostros que pronto serán familiares. Después, más Iñaki y una de las apuestas más fuertes de Cuatro: El informativo de la noche. Gabilondo hasta en la sopa. Quizás demasiado protagonismo y mucho riesgo con una sola persona al frente de todo un telediario. Nervios y fallos de bulto, propios de todo estreno, aunque hicieron que el mito lo fuera menos por unos minutos. El cambio de medio, sin duda. Tendrá que adaptarse al nuevo molde y hacerlo rápido. Si Gabilondo y sus noticias no funcionan, apaga y vámonos. Después gala de presentación con tres programas en directo y de forma simultánea: “Maracaná 05”, “Channel Nº 4” y “Noche Hache”. Como dije antes, declaración de intenciones. De momento, a analizar la parrilla y a esperar acontecimientos. Bienvenidos y buena suerte.

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