10 agosto 2006

¡Qué punto!


Quería hablar de la catástrofe ecológica y humana que está viviendo Galicia por los cientos de incendios provocados por algún grupo de hijos de puta, pero lo veo algo tan incomprensible... Imagino tan difícil el detener a los posibles responsables por la ausencia de pruebas – que como el resto del monte quedan reducidas a cenizas – que prefiero hablar de otras cosas, igual de indignantes pero no tan difíciles de solventar. ¿O quizá sí?

Hace un par de días o tres, estaba intentando sobreponerme a la digestión y a los rigores del cambio climático en la playa. Estaba escuchando la radio y valoraban la puesta en marcha del nuevo carné por puntos en España, comparando las cifras de fallecidos en carretera con las del año pasado. Seguimos perdiendo vidas por culpa de la velocidad, el alcohol, la irresponsabilidad… A pesar de todo, quienes participaban en la tertulia eran optimistas con las nuevas y restrictivas medidas. ¡¡Qué bien, ya tenemos una manera de deshacernos de los malos conductores, de los terroristas inconscientes del volante!!

¿Están ustedes seguros? En el mismo debate habló un representante de un colectivo de discapacitados. Y mencionó algunas cosas interesantes

El carné puede contar con un máximo de 15 puntos si somos conductores modélicos. Por el contrario, si conducimos a más del 50% de la velocidad máxima, si lo hacemos drogados o borrachos, si somos temerarios o si vamos en dirección contraria, en todos esos casos, podemos perder de golpe seis preciados puntos. ¿Saben ustedes cuántos puntos se pierden por ocupar una plaza de aparcamiento reservada para discapacitados? ¡¡¡Ni uno solo!!!. Los discapacitados son, como suele ser habitual en algunos sectores de la Administración, sombras de personas, no personas completas.

No creo que sea muy frecuente ver a un colgado a 130 en dirección opuesta por cualquier ciudad. Sin embargo, es de lo más común encontrarse una plaza reservada, ocupada por un vehículo no autorizado para ello. Porque como solo son diez minutitos... Y nunca son diez minutitos, sino media hora o toda una hora, cuando no más. No sé si habrán cometido ese descuido alguna vez pero déjenme que les explique algo.

Normalmente, las plazas para conductores en silla de ruedas suelen estar muy cerca de las aceras, los edificios del centro, los accesos habilitados con rampas, son más anchas de lo habitual... Todo eso hace que sean apetecibles para cualquier conductor con prisas. Para alguien con silla de ruedas, un aparcamiento así es el único diseñado para facilitar todo un despliegue de medios, orientados a montar, desmontar la silla, subirse y bajarse del vehículo con mayor o menor rapidez y dificultad. A veces, si no pueden aparcar en una plaza especial, estos conductores – recuerdo que iguales ante la Ley – directamente tienen que volverse a casa sin cumplimentar ese papeleo, sin acudir a esa cita o sin hacer la compra. Para los más intrépidos, siempre está la solución de aparcar en una plaza estándar o hacerlo en doble fila para poder moverse con facilidad.

Después de que les han puesto la multa por mal aparcamiento, ante las protestas, la respuesta del señor agente puede ser: Caballero, para algo están las plazas azules para minusválidos. Ya señor agente, ya. Pero es que algún gracioso decidió que, como está todo a tope y tenía prisa por tomarse el café, era más cómodo aparcar en un sitio que está reservado para otros. Y ¿sabe qué señor agente? A este capullo no le van a quitar ni medio punto del carné de conducir mientras yo tengo que recurrir una multa por aparcamiento indebido. Y además, no soy minusválido, no valgo menos que usted o que ese indeseable que se está tomando el café, prefiero la palabra discapacitado. Es más correcta lingüísticamente.

En fin, me he alargado un poco, perdonen. Pero es que hay mucha tela que cortar. Me gustaría hablar de más cosas relacionadas con el tema pero prefiero hacerlo en un post futuro, que ahora estoy que hecho espumarajos por la boca

4 comentarios:

Fernando dijo...

No tenía ni idea de como estaba la legislación a ese respecto, pero en cuanto se incorporen todos los Ayuntamientos a la base de datos de la DGT, porque de momento las multas de casi todos no cuentan para el carné por puntos al no estar integrados en la red informática, deberían reformar la ley para incluir el respeto al aparcamiento de discapacitados, ya que si la gente no aprende de otra manera... que aprendan a base de puntos perdidos.

LaReinadelosMares dijo...

Yo creo que se habla de fallecidos como de mejillones y no debe ser así.
Además no tienes que moderar tu velocidad por el miedo a perder puntos tontos, sino porque de verdad es muy peligroso el exceso, para tí y para todos.

LaReinadelosMares dijo...

¿Ghost?

Anónimo dijo...

Si que es cierto que deberian tener un poco mas de conciencia, pero lo de que no quitan ni un punto por aparcar en un sitio reservado es aplicable a vados y a parquings de moto.

La legislacion deberia contemplar muchos casos que no se contemplan.