
Supongo que algo parecido dirían Edwin Aldrin y Neil Armstrong en 1969, cuando el ser humano pisaba la superficie lunar por primera vez. En aquel entonces, los televisores ya eran una presencia cotidiana en la gran mayoría de hogares del mundo, por lo que la famosísima secuencia de Armstrong pisando la superficie del satélite terrestre, fue vista por millones de personas en el salón de sus respectivas casas de clase media.
La tecnología actual permite auténticas maravillas con las imágenes antiguas, como muchos aficionados al cine clásico podemos comprobar con deleite, al visionar algunas ediciones en DVD de obras maestras del séptimo arte. Pues bien, alguien pensó acertadamente: ¿Por qué no hacer lo mismo con aquellas imágenes? ¿Por qué no apreciar todos los detalles y disfrutar de una calidad de imagen, desconocida hasta el momento, de aquel logro histórico restaurando las cintas originales? Estimados lectores, eso va a resultar imposible, de momento. Y no porque esté fuera del alcance de los magos de la imagen digital. Sencillamente las cintas se han perdido. Bueno, perdidas del todo parece ser que no están. John Sarkissian, científico de la Organización Científica e Industrial del Commonwealth confía, según ha declarado, que estén en el Centro Espacial Goddard, Maryland, aunque se desconoce el lugar exacto. La noticia, destapada por la página Space.com, y disponible en la edición digital del diario El País, preocupa a muchos, aunque al principal interesado en la recuperación y restauración de las citadas imágenes – una agrupación privada – no parece inquietarle en absoluto. Según afirma su portavoz, Bill Wood, ingeniero de las estaciones de seguimiento de la mítica misión Apolo XI, “No hay cintas perdidas del Apolo”. Sin embargo, una de las principales preocupaciones es que tales cintas originales podrían haber sido recicladas. "El costo de una cinta de telemetría en aquella época alcanzaba los 90 o 100 dólares" ha dicho Wood, así que era común reciclar cintas de telemetría. "Sin embargo, confiamos en que alguien las haya salvado".
Muchos aficionados a las teorías conspiratorias llevan años afirmando que lo que se vio por televisión era un burdo montaje, auspiciado por el ambiente de tensión de entonces, en plena Guerra Fría y con la carrera espacial entre americanos y soviéticos a toda pastilla. Ahora, hasta los menos escépticos andan con la mosca detrás de la oreja, porque resulta extraño que justo ahora que podemos ver claramente qué paso aquel 20 de Julio de 1969 al sur de Mare Tranquilitatis, fruto de una incomprensible chapuza, la única fuente fidedigna de información se pierde. Como diría Obélix… Están locos, estos americanos.
7 comentarios:
Muy interesante, Lord B., lo cierto es que Iker Jiménez, que en paz descanse (este verano), se ha ocupado mucho de todas estas teorías conspiratorias. Ya sabemos que él no cree que los americanos llegaran a la luna (¿!).
He visto un par de esos reportajes dónde se dice que ese viajecito a la luna fue sólo un fraude. Yo no sé qué creer. Lo único que sé es que no es nada importante ni relevante para la humanidad. En caso de que haya sido cierto ¿en qué nos beneficia? ¡En nada! No somos capaces de vivir en paz en la tierra.
Yo sólo creeré cuando yo misma pueda pisar la luna.
Guinevere:
Supongo que no es nada esencial para el discurrir de la vida humana, aunque de confirmarse la mentira, me sentiría engañado, estafado. Algo parecido a como me sentí cuando me dijeron que Papá Noel o los Reyes Magos eran más falsos que un billete de diez millones. Sea como fuere, tarde o temprano nos enteraremos (supongo)
L.B.
JAJAJAJA Reina. Ya sé cuál es tu opinión sobre nuestro amigo "Friker" Jiménez. Parece mentira pero lo hecho de menos con sus rocambolescas teorías, su saber estar en plató, su señora dando el callo y, desde luego, de las cortinillas promocionales de Cuatro, la más chula es la del susodicho quitándose la "máscara" ;) Un saludo y gracias por pasarte por aqui de cuando en cuando. Ya sabes que me encanta.
L.B.
¿Llegaré a pisar la luna? Seguro que no. Asi que me moriré sin creer que un hombre la pisó.
Guine, no hace falta pisar la luna para disfrutarla. Suele bastar con quedarse embobado mirándola.
L.B.
ni se llegó a la luna ni Elvis está muerto.
Un saludo de verano, milord.
Publicar un comentario