Es una decisión firme, que lo sepan. Y no me refiero a que suelte la tecla ahora mismo, a lo loco, para proferir sonoros ronquidos entregándome a Morfeo, no. Lo que ocurre es que con lo que se nos avecina con el Mundial de fútbol de Alemania, creo que preferiré retomar la sana costumbre de la siesta antes de perder la salud y las cuerdas vocales animando a la Furia Roja. Y es que todos los años pasa lo mismo. Seguimos a nuestra selección con escepticismo al principio, pero los periodistas - ruin estirpe donde las haya - para vender periódicos y ocupar páginas y minutos en las secciones de deportes, pues venden más humo que Toro Sentado en una reunión de Fumadores por la Tolerancia. Y terminamos convencidos de que esta vez sí, que este año llegamos a la final y la ganamos, pase lo que pase. ¡Oigh! dejen que me seque las lágrimas, que tiemblo de emoción sólo de pensarlo.
Me fastidia, porque soy futbolero y más español que el toro de Osborne, pero no me venden la moto por mucho que se pongan. Viendo cómo está el patio, me parece que la selección española tiene más futuro en las bandas del terreno de juego, recogiendo pelotas, que metiéndolas en las porterías contrarias. Veré pocos partidos, para no terminar como Carod Rovira, renegando de la madre patria y solicitando el pasaporte suizo por vergüenza torera.
Y es que, aunque quisiera ver todos los partidos en una estupenda pantalla de plasma, el caprichoso mercado audiovisual a lo mejor me lo impide, que esa es otra. Resulta que los amiguitos de La Sexta llevan desde el inicio de sus emisiones dando la brasa con que es la televisión oficial del mundial. Y ahora resulta que se pillan los dedos con el tema de la cobertura y tienen a los antenistas de todo el país haciendo horas extras, a los vecinos del bloque de turno cardíacos con futbolitis y a Emilio Aragón a la greña con los ejecutivos de Cuatro y Digital Plus, para repartirse el pastel sin perder mucho dinero. Imagínense el cuadro en la sala de negociaciones. Unos que preguntan "qué hora es" y los de enfrente que responden "manzanas traigo". Atención, pregunta: ¿Qué será de La Sexta después del Mundial? ¿Tienen pensado algo? Porque parece que sólo de balompié vive el hombre. Lo que todavía no me ha quedado claro es si vamos a ver sólo los partidos de Luis Aragonés y su muchachada, o las cadenas harán el esfuerzo de retransmitir gratis y en abierto todos los encuentros, para ver fútbol de verdad. Eso sí, tanto unos como otros, a tope con la promoción, dándose bombo como si no costara. Todos con España... Este año nos vamos a Alemania... Estamos preparados para el Mundial... Aquí sí que lo podrás ver gratis y genialidades por el estilo. Y para rematar, la Federación Española de Fútbol nos regala una estampa impagable: Los titulares, los suplentes y hasta el propio seleccionador nacional, grabando un tema musical de promoción, cantando a grito pelado, desaforados, cual germánicos hasta las orejas de cerveza, esforzándose, entre carcajadas, por hacer llegar la consigna hispánica hasta el último rincón del planeta. ¡A por ellos, oe....a por ellos, oe....a por ellos oe, oe! No me digan que no es para meterse de cabeza bajo las sábanas.
Me fastidia, porque soy futbolero y más español que el toro de Osborne, pero no me venden la moto por mucho que se pongan. Viendo cómo está el patio, me parece que la selección española tiene más futuro en las bandas del terreno de juego, recogiendo pelotas, que metiéndolas en las porterías contrarias. Veré pocos partidos, para no terminar como Carod Rovira, renegando de la madre patria y solicitando el pasaporte suizo por vergüenza torera.
Y es que, aunque quisiera ver todos los partidos en una estupenda pantalla de plasma, el caprichoso mercado audiovisual a lo mejor me lo impide, que esa es otra. Resulta que los amiguitos de La Sexta llevan desde el inicio de sus emisiones dando la brasa con que es la televisión oficial del mundial. Y ahora resulta que se pillan los dedos con el tema de la cobertura y tienen a los antenistas de todo el país haciendo horas extras, a los vecinos del bloque de turno cardíacos con futbolitis y a Emilio Aragón a la greña con los ejecutivos de Cuatro y Digital Plus, para repartirse el pastel sin perder mucho dinero. Imagínense el cuadro en la sala de negociaciones. Unos que preguntan "qué hora es" y los de enfrente que responden "manzanas traigo". Atención, pregunta: ¿Qué será de La Sexta después del Mundial? ¿Tienen pensado algo? Porque parece que sólo de balompié vive el hombre. Lo que todavía no me ha quedado claro es si vamos a ver sólo los partidos de Luis Aragonés y su muchachada, o las cadenas harán el esfuerzo de retransmitir gratis y en abierto todos los encuentros, para ver fútbol de verdad. Eso sí, tanto unos como otros, a tope con la promoción, dándose bombo como si no costara. Todos con España... Este año nos vamos a Alemania... Estamos preparados para el Mundial... Aquí sí que lo podrás ver gratis y genialidades por el estilo. Y para rematar, la Federación Española de Fútbol nos regala una estampa impagable: Los titulares, los suplentes y hasta el propio seleccionador nacional, grabando un tema musical de promoción, cantando a grito pelado, desaforados, cual germánicos hasta las orejas de cerveza, esforzándose, entre carcajadas, por hacer llegar la consigna hispánica hasta el último rincón del planeta. ¡A por ellos, oe....a por ellos, oe....a por ellos oe, oe! No me digan que no es para meterse de cabeza bajo las sábanas.
1 comentario:
Vergüenza ajena es lo que siente uno cuando ve ese anuncio; no merecen ni pasar de primera ronda. ¿Qué se puede esperar de alguien que se presta a semejante espectáculo? Desde luego nada bueno.
España no tiene equipo ni para llegar lejos, pero como en este país hay un montón de panfletos deportivos que tienen que comer todos los días es mejor llenar hojas diciendo tonterias que reflejando la verdad.
Tengo la teoria de que si solamente hubiese prensa deportiva después de la jornada de fútbol no tendríamos que aguantar tantas estupideces.
Para terminar decir que también es triste que la canción esa la cante un tío que no sabe ni hablar.
Publicar un comentario